domingo, 22 de mayo de 2016

Brexit or not Brexit? That is the question.



Este pasado miércoles, tuve una charla en el curro con dos de mis compañeros de trabajo, a cuenta del asunto de la posible salida del Reino Unido de la Unión Europea, ambos británicos por supuesto, pero uno a favor de la salida y el otro a favor de la permanencia.

Fue una conversación interesante, sin acaloramientos ni exabruptos típicos de otras latitudes, todo llevado con mucha flema británica, y claro, también les interesaba oírme como españolito mi opinión al respecto. Entre ellos, los argumentos a favor y en contra de la salida se centraron sobre todo en los aspectos económicos, ya que según el partidario de la salida, el Reino Unido aporta demasiado dinero a la Unión Europea, además de considerar que la Unión Europea intervenía excesivamente en las cosas británicas. Sin embargo, el partidario de seguir dentro contraargumentaba que fuera del mercado común, las empresas británicas lo tendrían más difícil para exportar y eso no sería bueno para el empleo.

Yo les comenté que Reino Unido es el puente natural que tienen la Commonwealth y los Estados Unidos con la Unión Europea, y que la permanencia británica en la Unión Europea os da un peso político a escala global enorme. Fuera de la Unión Europea, ese puente desaparece y con él, una parte bastante importante de vuestra influencia en el mundo… A lo cual ambos se quedaron pensativos por unos instantes, el partidario de la salida comentó que podrían reforzar sus lazos con Asia o con Estados Unidos, y el partidario de quedarse, decía que en solitario todo sería más complicado.

Y yo que soy un redomado tocapelotas, saqué a colación el tema de Escocia y la posibilidad de que ellos pidan un segundo referéndum de salida del Reino Unido, que podrían usar exactamente los mismos argumentos para largarse, con el plus de que ellos son mucho más europeístas y que quieren seguir formando parte de la Unión Europea. Y quién sabe si eso no prendería la mecha también en Gales. Aquí si que el silencio duró un poco más, ya que la perspectiva de que el Reino Unido como tal desaparezca, era algo serio, yo les comenté que es vuestro país, y sois vosotros los que decidís, pero del mismo modo que sois libres para decidir, luego hay que asumir las consecuencias al respecto.

Lo que si me gustó de la conversación es que en ningún momento, salieron a relucir tópicos de corte chovinista o los estereotipos acerca de los “Del continente”. Otra cosa es que no los pensaran  pero que, por corrección política, no los soltaran.

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