lunes, 23 de mayo de 2022

Los años vividos

Este pasado fin de semana, ha tocado hacer criba y descarte del trastero de mi casa.

Trastero que ha llegado a alcanzar tales dimensiones en cuanto a mercancía estibada, que fácilmente podría haber montado un tienda de artículos de segunda mano en Wallapop. Por un lado tienes la imperiosa necesidad de liberar espacio para que entren nuevas cosas, pero por otro, te da pena de desprenderte de ellas, ya que muchas de ellas forman parte de la memoria histórica de cada cual en mayor o menor medida.

El caso es que justo a tiempo, antes de que terminara en el contenedor de papel reciclado, conseguí arrancar de las garras de mi mujer, un archivador en el cual había sólo dos letras que lo identificaban, pero dentro había algo más que papeles, documentos y fotografías. Allí dentro se encuentran amontonados sin orden ni concierto, dos años de mi vida que a mis casi 52 años me marcaron profundamente como persona, tanto para lo bueno como para lo malo.

Las letras eran obviamente: U.K.

Contratos, documentos bancarios, el NIN, los P45 y P60, cartas de recomendación, curricula, mis diplomas del College y cómo no, mi agenda de tapas rojas. No ha sido difícil evocar recuerdos manoseando sus páginas ya un poco gastadas por el paso del tiempo, volviendo a mi memoria lugares, nombres y acontecimientos a los cuales me asomé con una curiosidad y apetito más propios de un veinteañero que de un casi cincuentón, cosa que no deja de sorprenderme. Tal vez pudo ser que viví ya de maduro una experiencia vital que tal vez siempre estuvo ahí presente, en la clásica bucket list de deseos que todos llevamos en nuestra mochila vital y que no pasan de ser eso mismo, sueños que en la inmensa mayoría de los casos nunca se van a ver cumplidos, pero que en algunos casos puntuales,  Dios, el destino, la providencia o el simple azar, nos brinda a modo de premio aunque a veces nunca lleguemos a saber porqué.

Todo ello ha quedado atrás, sepultado en el pasado. Lo que paso en la Rubia Albión, en la Rubia Albión se ha quedado.

Haciendo honor al título de esta entrada, no sé a vuestras mercedes, pero lo que es a mí, estos últimos 4 años han pasado como un ciclón por mi vida. He visto como la niña de mis ojos ha dejado ya de serlo, para convertirse en todo un cisne que ha enfilado rauda la senda de su vida. 

Pero no todo han sido alegrías.

Este pasado mes de Febrero murió Spaniards, un foro de internet frecuentado por gente que por una razón u otra, teníamos en común el deseo o necesidad de salir fuera de nuetras fronteras. Allí tuve la oportunidad de contactar con gente estupenda a la cual en algunos casos, tuve el privilegio de conocer en persona, aunque desgraciadamente en otros, siempre me quedará clavada esa espinita de no haberles puesto voz y rostro. Son incontales las horas de lectura y de escritura que he echado en Spaniards, he recibido consejos y ayuda de gente excelente, y he procurado en la medida de lo posible, devolver el favor en forma de ayuda a aquellos que me ha sido posible dentro de mis humildes posibilidades.

Cierto es que el foro conoció sus años de esplendor, pero de un tiempo a esta parte, estaba llenándose poco a poco no ya de la consabida cuota de trolls, a los cuales se les podía más o menos torear, sino de auténtica escoria que sólo sabían colgar listas, enmierdar, acosar, e insultar a todo aquel que no les decía aquello que ellos querían oír. En mi caso particular, nunca he sido partidario de la autocensura para caer simpático a los soplapollas de turno, y ello me acarreó al final no pocos enfrentamientos que por cierto, nunca he rehuído, pero cuando ya ves que la amenaza y el insulto son la tónica dominante contra todo aquel que no se pliega a lo políticamente correcto, eso a mi juicio, ha hecho que muchos asiduos fueran abandonando un foro que lo único que ya tenía eran hilos y más hilos escritos por borregos y escupidores de bilis, terminado de cavar su tumba.

Y por supuesto, no podemos orillar el tema del coronavirua, el cual de ha ganado un capítulo en la historia del siglo XXI, porque también me ha tocado en primerísima persona, padecer las consecuencias de una pandemia que hasta ahora sólo nos parecía más propia de un guión de una película de catástrofes de los años 70, he visto como seres queridos han hecho su último viaje a través de la laguna Estigia, y otros se han quedado a muy poquito de hacerlo.

Nunca se sabe lo que el destino nos depara, como dice mi queridísima esposa, la vida es un regalo, no dudéis en aprovecharlo al máximo.

miércoles, 17 de octubre de 2018

Celtiberia Show


 Hola a todos,
Que el sistema universitario español arrastra de antaño una reputación de endogamia, enchufismo y mediocridad es algo que todo el mundo que tenga un mínimo contacto con dicho entorno sabe de sobra.
De hogaño, hablamos cómo no, de casos como el de Cristina Cifuentes y de Carmen Montón, a las cuales según parece las han poco menos que regalado sendos másteres en los cuales no han dado golpe, o simplemente dichos másteres resultan ser unos truños de campeonato, y cuando creíamos que esto no podía ir a más, nos encontramos con que hay fundadas sospechas de que a Pablo Casado “Le echaron una manita” para sacarse otro máster y que el presidente del gobierno, plagió de forma masiva la tesis con la cual obtuvo su doctorado, amén de tener un tribunal que según parece, no era la quintaesencia de la excelencia académica precisamente, sino más bien un grupo de coleguitas puestos ad hoc para la consecución de dicho doctorado “Por ser vos quién sois”.
Y de nota final, un cum laude… (Vamos, con un par).
Eso por no hablar de los másteres propios, que muchas universidades ofertan a precio de oro y que luego valen menos que el papel sobre el cual los han impreso, ya que su validez oficial nadie la puede certificar, ni te sirven para ejercer profesionalmente, una vergüenza que todo el mundo conoce y a la que nadie la pone coto.
Está claro que el golpe asestado al prestigio de la universidad española, ha resultado enorme, pero llueve sobre mojado sobre una institución que ya viene arrastrando una pésima reputación dentro y fuera de nuestras fronteras, (No hay más que ver el arrollador porcentaje de graduados extranjeros que de ella salen, los becarios Orgasmus es otro cantar), pero lo más inaudito es que las propias universidades no cesen de forma fulminante a todos los responsables de semejantes desaguisados, ni retiren las titulaciones obtenidas de forma fraudulenta a semejante caterva de tramposos.
Resumiendo: Que a su propia dirigencia les importa una mierda que su universidad sea considerada una mierda.
Faltaría más. Spain is different my dear.
Yo no me imagino ahora el monumental cabreo que tendrán los alumnos de las universidades implicadas en semejante desaguisado, no ya por ver cómo ciertos personajes se llevan sin dar golpe unos títulos que a ellos les llevan años se sacrificio y esfuerzo conseguir, sino porque van a estar marcados de por vida con la sombra de la sospecha cada vez que presenten un CV en el que figure ese grado hecho en esa universidad. Imaginaros a los padres que han tenido que sufragar los estudios y en muchos casos, la manutención de sus vástagos, que supone un desembolso considerable que uno invierte con el propósito de que sus hijos tengan el mejor porvenir posible confiando en la consecución de unos estudios de calidad, les permita destacar dentro de la jungla laboral española.
Pues todo eso ahora lo tienen colgando de un hilo, pffff… Si algo a mí no me haría ni la más mínima gracia, es que un día me viera yo metido en semejante berenjenal.
Esto es un asunto serio, muy serio para mí, ya que en casa tengo un problemón de 11 años que más pronto que tarde va a explotar con toda su crudeza, y no, no me refiero a la rebelión hormonal en ciernes ni a la música basura de fucking regetón con la que tanto la gusta bailar y me sangran los oídos (Que habré hecho yo en esta vida para cargar con semejante cruz…).
Por supuesto que me refiero al tema de los estudios.
Por lo pronto, este año la niña de mis ojos ha empezado el segundo curso de secundaria, y claro, ya nos hemos encargado de encaminarla por la rama técnica (Léase ingeniería y derivados) y después del inglés, como segunda lengua el alemán, y ni que decir tiene que nuestro propósito es que acabe estudiando si o si ingeniería en la universidad.
Pero la pregunta del millón desde luego que es… ¿En qué universidad?
Plantearte, te planteabas la opción de que estudie en UK, Alemania, Holanda, Francia, pero tanto el coste económico, como los problemas para homologar en España su titulación para así poder ejercer, hace que sea reacio a considerar la opción, ya que ha llegado a mi conocimiento auténticas historias de terror respecto a gente que se ha sacado carreras en UK, Alemania o Francia y luego no han podido ejercer en España por serles imposible homologar sus estudios en España.
Pero claro, viendo el panorama que últimamente hay en la universidad española lo que antes era una opción, cada día cobra más y más fuerza. El problema obviamente es que eso es una fuente inagotable de dudas y preguntas que me voy a tener que poner a escarbar en busca de respuestas antes de hacer nada, cosas cruciales como saber si el grado de tal o cual qué requisitos de acceso tiene, convalidaciones a efectuar, o si es posible homologarlo en España, costes económicos, alojamiento, que hacer, qué no hacer y así, hasta donde uno quiera estirar el chicle de sus dudas. Porque si algo tengo bien claro es que la niña de mis ojos de mí no va a heredar una fortuna que no tengo ni un casoplón en Getxo. Pero si de algo estoy al 200% convencido es que la voy a dar la mejor educación que tanto mi intelecto como mis bolsillos me puedan permitir, sea en España o en las antípodas.
En buena guerra me voy a meter… Otra antxonada más.

viernes, 25 de mayo de 2018

Viento del Este


  • Buenos días Mr. Urrutia.
  • Buenos días Mr. Chadwick.
  • ¿Podría pasarse por mi despacho en de cinco minutos?
  • Sin problemas Mr. Chadwick.

Creo que me puso más en estado de alerta la flema británica que mi jefe lleva imbricada en los genes, que las palabras que pronunció a bocajarro al poco de pisar la oficina un lunes por la mañana. Ya que por el tono de voz se traslucía que algo de importancia iba a acontecer entre las paredes acristaladas de su despacho. Repasas mentalmente los acontecimientos habidos en las últimas semanas intentando discernir alguna pista o indicio que te ponga en zafarrancho de combate frente a lo que se te puede venir encima, pero por mucha celeridad que imprimas a tu adormecido cerebro, nada aparece en el horizonte que te prevenga al respecto… lo cual incrementa tu sensación de semipánico que intentas disimular lo mejor posible.

Con puntualidad británica, me presento en su oficina a eso de las nueve de la mañana, pero veo que no vamos a ser los únicos protagonistas de la reunión.

Hay a mi derecha sentada frente al jefe una mujer de pelo rubio casi platino, que en un primer momento pensé que era un teñido de manual, pero la blancura de su piel pronto me sacó del error, así como el conjunto de sus facciones que delataba su origen del norte de Europa, me dirigió una fugaz mirada que rápidamente se giró en dirección a mi jefe pero que fue suficiente para quedarme con sus ojos gris acero tras sus gafas de montura al aire, y una expresión un tanto enigmática como de qué demonios trataba todo aquello… sensación que yo mismo tenía en ese momento, pero mi jefe ya se encargó de situar las cosas en su sitio después de que yo me sentara en la silla.

  • Antxon, te presento a Johana Fiodorovna, que empieza hoy en el trabajo.
  • Encantado de conocerte.
  • Lo mismo digo.
  • Vais a trabajar los dos juntos en el proyecto que hemos empezado hace tres semanas, Antxon te enseñará lo que hemos hecho hasta la fecha y te irá explicando los detalles al respecto para que luego Johana pueda desenvolverse de manera más autónoma, mientras tanto, trabajaréis los dos juntos.
  • De acuerdo, un poco de ayuda nos vendrá bien, ya que como bien sabes, vamos algo retrasados.
  • Por eso se incorpora a nuestro equipo, ya que con este nuevo encargo, si antes íbamos justos, ahora estamos casi desbordados.
  • Bueno, pues a ver si ahora nos ponemos las pilas y la cosa marcha un poco mejor.
  • Estupendo Antxon, pues ahora os acercáis a la mesa de Trevor, y la vas poniendo un poco al corriente de lo que hay.

Una vez puestos los dos en pie camino de la oficina, pude contemplar el problema que tenía delante mío, porque estaba claro que concentrarse en el trabajo teniendo delante semejante monumento hecho mujer, iba a ser una tarea hercúlea. Durante el fugaz segundo en que la recorrí con la vista de arriba a abajo, bastó para constatar que a pesar de tener cuarenta y seis primaveras (Como supe más tarde), tenía un tipazo de impresionar, de estos que te dejan por unos breves instantes paralizado, hasta el punto que por el rabillo del ojo pude apreciar como mi jefe se relamía de gusto, mientras la miraba el trasero sin ningún atisbo de flema británica en su rostro… al igual que el resto del personal masculino que por aquel entonces pastaba por la oficina.

  • Disculpa, pero tu nombre es???...
  • Antxon Urrutia.
  • Anssoón Urrutiya.
  • Deduzco por tu acento que eres de la antigua URSS…
  • Soy de Latvia, aunque mi familia es de origen ruso.
  • Bueno, después de todo cerca he andado.
  • Eso es verdad… por cierto, ¿Y tú de dónde eres Anssoón?
  • ¿De dónde crees que soy?
  • Hmmmm… pues no lo sé… ¿Francia?
  • Niet.
  • ¿Eslovenia?
  • Niet, niet.
  • ¿República checa?
  • Niet niet niet… soy del país vasco.
  • ¿Y dónde está eso?, ¿En América?
  • Noooo… está en el norte de España (Tuve que hacer un esfuerzo para aguantarme la risa).
  • ¿¿Así que eres español?? Qué sitio más bonito, con su sol y sus playas (Por topicazos que no falte).
  • Pues sí, del norte para ser mas exactos.

Íbamos charlando animadamente de camino a la mesa de Trevor, mientras la iba comentando los diferentes departamentos que teníamos en la empresa, aquí las oficinas, allí el almacén, un poco más adelante “La jaula”, que es como llamábamos al cubil donde estaban los dos frikis informáticos de la empresa, y justo enfrente, el corazón de la empresa, el centro neurálgico que actúa de radiopatio, foro, centro de reunión, cafetería y plató para contar chistes.

Me refiero, como no, a la cantina donde está la máquina de café, la nevera y la omnipresente (Y muy British) kettle para preparar las consabidas tazas de té sin las cuales este país no sería el mismo.

Y cómo no, caballero que es uno al fin y al cabo, me tome la molestia de preparar dos humeantes tazas de té ante las cuales tomamos luego asiento en la mesa de la cantina, ya en un ambiente mas relajado lejos de la mirada de Mr. Chadwick y de algunos de mis mas conspicuos compañeros de trabajo, donde ya pudimos distendir un poco mas el gesto serio que a modo de coraza te envuelve cuando pisas un terreno en el cual la mezcla de inseguridad y desconocimiento hace que todo sea mas encorsetado y formalista.

Poco a poco, como las capas de una cebolla, fuimos al calor del té que nos calentaba las ateridas manos, conversando acerca de su vida profesional y de la relación que todo ello iba a tener con lo que ella iba a hacer allí en la empresa, lo cual, en un formato mucho mas agradable, no dejaba de ser una suerte de entrevista profesional ante la cual, no tenía pinta de bajar la guardia ni de dejar cabos sueltos mientras meditaba las respuestas.

El caso es que una vez que terminamos nuestra taza de té, la llevé al lugar donde iba a estar trabajando, y allí es donde empecé a desgranar los pormenores de lo que tenía que hacer, que aunque ya estaba familiarizada con ello, siempre hay ese algo peculiar que añadir al guiso para que quede en su punto.

Eso sí, pocas veces en mi vida habré hecho un esfuerzo tan titánico, para hablar con una mujer sin mirarla el escote (Humano, y no piedra que es uno).

Continuará...
 

viernes, 2 de marzo de 2018

Importante “empresaurio” líder en su sector busca...


Hola a todos.

A diferencia de la pretensión del Gobierno Vasco de repescar talento expatriado pagando un mierdasueldo y con unas condiciones cuanto menos, discutidas y discutibles (Pulsar aquí para más información), en un ejemplar ejercicio de triple salto mortal, tenemos a un “Caballero” (Vamos a definirlo así), que ha decidido contratar directamente mano de obra… pero gratis.

Habéis leído bien... gratis.


Resulta que su excelencia, quiere reformar el jardín de la casa, por supuesto que sus motivos tendrá para ello, cosa que por otro lado ni los conozco ni me importan lo más mínimo.

Hasta ahí todo bien…

Entiendo que algo perfectamente razonable, es esperar que dentro de unos parámetros razonables de calidad y profesionalidad, su Excelencia quiera que el coste económico sea lo menos oneroso posible.

Esto continúa por buen camino…

El problema obviamente está en los métodos empleados para la consecución de tal fin, ya que sin ningún tipo de pudor se propone que se lo hagan becarios con estudios de Grado en Ingeniería Agrícola (Y no, no estamos a 28 de Diciembre), que estén dispuestos a trabajar durante dos meses por un sueldo de CERO EUROS… (Quién dice sueldo, dice dietas, gastos de desplazamiento, y cualquier remuneracion, of course) Y claro, por supuesto que su excelencia quiere que le hagan algo más que una simple retirada de matojos.

Cuando estaba trabajando en UK, una vez me preguntó una empleada que porqué me había marchado de España a trabajar en UK, con lo bonito que es España y lo mucho que le gusta… a lo cual yo con toda la flema británica que pude sacar de donde no la suele haber cuando me tocan los cojones con borregadas al uso, que no resulta una perspectiva lo que se dice muy halagadora, trabajar de ingeniero en España por el sueldo que cobra un reponedor de supermercado en UK o, que a partir de los 45 años en España eres profesionalmente hablando carne de cañón.

Fueron dos ejemplos que se me ocurrieron a bote pronto, para intentar que su media neurona atocinada por la ingesta masiva de fish and chips y pintas de cerveza, entendiera de una manera gráfica y rápida a un tiempo el porqué de la marcha de tantos buenos profesionales, hartos de ser tratados como ganado. Pero os juro por San Javier Clemente, que no me hubiera importado enseñarla esta noticia a modo de ejemplo (Apta hasta para las submentes más obtusas).

Pero la verdad, noticias como esta ponen de relieve, la clase de escoria que son una gran parte de los empleadores que a muchos currelas les toca padecer, luego por supuesto las empresas exigen que sean proactivos, serios y productivos… y por supuesto que pongan el condón, la cama y la vaselina para facilitar el trance rectal.

Yo a lo mejor si fuera uno de los susodichos ingenieros agrícolas hubiera aceptado la oferta… pero lo mismo hubiera alquilado una motosierra y hubiera perpetrado un rediseño radical del elenco paisajístico… ya que puestos a realizar una obra de arte, también podemos recurrir al surrealismo ;p

Aunque quién sabe, uno de Bilbao ahivalaostiapuespatxi a lo mejor lo haría con un lanzallamas.

Españistán… suma y sigue.

domingo, 21 de enero de 2018

Ego Boost


Hace un año casi que regresé de Reino Unido, y si algo que he notado, es que mi nivel de inglés se ha ido deteriorando a pasos agigantados con la ausencia de práctica por un lado, y con el hecho de no estar bombardeado de gente hablándolo a mi alrededor 24/7.

De hecho, tenía bien claro que cuanto antes me presentara en la Escuela Oficial de Idiomas en Bilbao, más fácil sería para mí tener un diploma oficial que acreditara de iure algo que tenía ya en mi haber de facto… porque el tiempo indudablemente corría en mi contra dadas la circunstancias, y eso si lo dejaba pasar mucho tiempo, pues al final acabaría con mi habilidad hablando la lengua de Shakespeare al nivel del “Inglés Medio” de Secundaria. Cosa que logré sin que siquiera se me pasara por la cabeza prepararme lo más mínimo el examen, a pesar de lo cual lo conseguí aprobar…

No obstante, a pesar de lo que diga un papel, he procurado en la medida de lo posible mantener en las mejores condiciones de uso mi nivel de inglés, y nada como tener a la niña de mis ojos de conejillo de indias socia cooperadora para tal menester, puesto que el padre que lo parió ya se ha encargado de sitiarla hasta donde me es posible con el inglés desde la cuna, ya sea con los dibujos animados, o los documentales de YouTube, pasando por los videos de gatitos, y por supuesto hablarla en inglés alrededor del 90% (Tirando a la baja) del tiempo que estamos juntos.

Pero bueno, ya está bien de perifollos, y vayamos al grano.

Y es que hace unos pocos días, cuando pasé a recogerla al colegio, estaba andando a nuestro lado un hombre que a juzgar por su tez blanquecina, cabellos rubio platino y ojos gris acero, saltaba a la vista que procedía de tierras más septentrionales. Dos segundos, una mirada fugaz y cada cual a lo suyo, pues la niña de mis ojos tenía una cabreo del quince porque el chico que a ella le gusta (O mejor dicho, le gustaba) es ahora el novio de la chica a la que más detesta de todo el colegio, con lo cual pues dice que no quiere saber nada de chicos nunca más…. Y yo por supuesto manteniendo la compostura a duras penas evitando el estallar en carcajadas mientras la trataba de explicar (Obviamente en inglés) que no diera importancia a eso, que en la vida te iba a sobrar tiempo de conocer chicos estupendos, que esas cosa pasan, que a los chicos nos dan muchas calabazas (Imaginaros en Euskadi), etc…

Hasta que de repente, el rubio con el cual caminamos codo con codo me dice que está sorprendido de que le hable a mi hija en inglés y que además lo haga muy bien. Os podéis imaginar mi cara de sorpresa tras oír semejante comentario, le dije que era porque estuve viviendo en Reino Unido dos años y es entonces tras preguntarle de donde era, es cuando él me dijo que era norteamericano, de Chicago.

Y ahí quedó todo, no llegó a veinte segundos de conversación, pero fueros suficientes para que llegase a casa más subido que un pavo real.

lunes, 27 de noviembre de 2017

Importante empresa líder en su sector busca...



No soy lo que se dice una persona con los dedos pegados a un teclado, peeeero claro, no hay nada como despertar por la mañana y encontrarse con la siguiente noticia, acerca del rotundo éxito que ha tenido una iniciativa del Gobierno Vasco, para que la inspiración fluya sola.


Aunque en teoría la idea está muy bien, luego lo de llevarla a la práctica empieza a ser un pelín complicado.

Primero, vamos a situarnos un poco…

En España, de todos es sabido, que ha habido una crisis económica que ha devenido en una espantosa hecatombe laboral, donde la destrucción del tejido productivo en muchos sectores ha sido brutal.

Mucha gente para su desgracia, que de la noche a la mañana se ha visto de patitas en la calle, no ha tenido más opción que hacer las maletas y buscar fortuna en el otro lado del mundo, entre los cuales se cuenta no sólo a una legión de universitarios con su titulito recién horneado, pero sin más perspectivas que o bien estudiar masters ad infinitum, o bien saltar de mierdaempleo en mierdaempleo a años luz de lo que han estudiado. También hablamos de un ingente número de profesionales que cuentan con una más que aceptable rodadura laboral en puestos de relativa importancia, que han tenido o bien el valor o bien la desesperación, de intentar abrirse paso fuera de nuestras fronteras.

Y aquí tenemos de todo, como en botica.

Hay gente que las ha pasado muy pero que muy putas, bien porque no se manejan con el idioma o bien porque jamás han salido de su zona de confort, o simplemente por el brutal choque que supone pasar de ser jefe de proyectos en España a tener que empezar en Reino Unido sirviendo pintas en un Wetherspoon porque la niña de mis ojos habla mejor inglés.

Hay gente que ha tirado la toalla porque no aguantaban más, y gente que a base de esfuerzo y sacrificio ha empezado poco a poco a subir peldaños en la escalera profesional, se lograrán hacer valer y progresarán, y al final conseguirán tener una condiciones laborales y una consideración profesional que va a estar a años luz de lo que han conocido hasta la fecha en España.

Ya sabéis a que nos referimos… a la cara “B” de la historia, esa que no sale en españoles por el mundo.

Pero volvamos al inicio de esta entrada.

Alguna lumbrera del gobierno vasco ha visto la oportunidad de sacar provecho de ello… Repescar a la gente que se ha marchado fuera, con el propósito de que se beneficien las empresas vascas de un capital humano, que se ha enriquecido de una manera que de otra forma hubiera sido imposible conseguir. Gente que de venir, va a venir con experiencia en sectores profesionales que o bien no existen o bien es casi imposible encontrar actualmente en Euskadi porque no hay manera de formarlos aquí… por no hablar que tras una estancia de varios años, vas a venir con un nivel de inglés, francés, alemán por poner algunos ejemplos, que casi nadie en tu entorno va a tener.

En primer lugar, se compromete el gobierno vasco con aquellos que regresan, a pagar la mitad del salario bruto del profesional durante el primer año, con un límite de 35.000€ por contrato. (Traducción: Que asumen que ni de coña una empresa en Euskadi te va a pagar ni de lejos la pasta que cobras por ejemplo en Holanda o en Canadá).

Porque a ver si no como los repescas, maifrén.

Bien… eso el primer año, ¿Y después?

Ahí no dice nada, (Lo cual indica que tu salario luego se verá reducido a la mitad).

Es altamente probable, que la haya pergeñado algún funcionario autonómico, que no tiene ni puta idea de lo que es trabajar en el sector privado, y no digamos ya de hablar de buscarse las habas en el extranjero. O al que se le ha ocurrido semejante medida no tiene ni puta idea de cómo son las cosas profesionalmente fuera de España, o bien se piensa que un españolito trabajando de ingeniero en Dinamarca va a trabajar de lo mismo en España por el sueldo que cobra el personal de limpieza de la oficina.

Y luego las empresas se quejan de que no encuentran mano de obra cualificada, que tienen muchos puestos vacantes sin cubrir…

Mano de obra la hay a patadas, y de una calidad formidable, los tienes disponibles en la franja de edad de los 35 a los 55 años en abundancia, gente con muchas horas de vuelo, experiencia, saber hacer, formación y entusiasmo, breada en mil y una situaciones difíciles que se las saben todas… Pero claro, si buscas mano de obra de calidad alemana, pero ofreces condiciones nigerianas, confórmate con lo que encuentres

Dicho en corto: Que se creen que somos gilipollas.

De ahí el arrollador éxito que ha tenido la iniciativa.

En fin…

miércoles, 27 de septiembre de 2017

Tempus fugit


Eso decían los antiguos… que el tiempo vuela.

Ya van para 8 meses desde que me marché de UK a la carrera, pero me sigue pareciendo que fue ayer cuando lo hice. Lo cual no deja de ser un prueba de lo volátil que puede resultar la vida alrededor de uno, de cómo de un plumazo lo mismo puedes ascender, e igualmente, derrumbarte como un castillo de naipes a un soplo…. Dust in the wind que cantaba Kansas.

Del mismo modo que me tocó adaptarme a un país como UK, no me imaginé que tuviera que hacer lo mismo a mi regreso… volver a adaptarme a los usos y costumbres del País Vasco, algunos de los cambios que los más allegados observaron en mí fueron el hecho de que hablaba bajito y que me había vuelto excesivamente educado, que el Antxon que se marchó a UK pedía una cerveza en plan “Una caña” previa suelta por mi parte de 20€ al barman… ahora con tres tonos de voz más bajos, es algo como “ Disculpe, ¿Podría servirme una cerveza?” y echar mano instintivamente a la cartera para sacar no un billete, sino mi tarjeta de crédito.

Ni que decir tiene que la cara del barman y la de mis colegas era todo un poema.

Parece que con el Sorry vamos haciendo algún que otro progreso, porque antes era junto a Cheers y Really? El pan nuestro de cada día, pero llega un momento en que te acostumbras a las caras de extrañeza de la gente cuando se te escapa.

Eso si, cuppa va, cuppa viene… que no falte una humeante taza de té para empezar las mañanas.

Otra muy divertida (Por decir algo) fue cuando vino a recogerme mi queridísima esposa al aeropuerto… después de los consabidos besos y abrazos tanto a ella como a la niña de mis ojos, tocó el momento de ir al coche y meter las maletas… el caso es que me ofrecí para conducir y no se me ocurre otra cosa que entrar al coche por el lado derecho.

Ni que decir tiene que las caras de perplejidad de las dos se encargaron de recordarme donde estaba el volante. Aunque siempre es mejor eso que no meterte en una rotonda por el lado opuesto, como hice camino de casa, menos mal que era de noche y que no había tráfico.

Por si algún avispado lector no lo sabía, al igual que todos los demás miembros del trabajo tiene un mote independientemente de lo que le guste o no, el del aquí tecleante es cómo no “El inglés”.

Por cierto, que hace poco se me acercó una compañera de trabajo que tiene una hija que se quiere ir a Londres, y que quiere que la aconseje respecto a cómo desenvolverse por allí… lo divertido es que la chavala tiene 18 años y tiene un nivel de inglés tan maravilloso como el mío con el estonio…

Aunque eso ya es materia para otra entrada.