domingo, 29 de mayo de 2016

Camino del Hades.



Una vez escuché que la vida es eso que te sucede mientras haces planes. Pero claro que de repente Dios, el destino o quien os plazca, ya se encarga de tirar nuestros más caros sueños y ambiciones por los suelos, de enfrentarnos al espejo de nuestras debilidades para ver como estallan en pedazos, y las vemos caer a nuestros pies mientras la más absoluta impotencia nos priva de toda posible defensa o solución ante lo inevitable.

Esta es una de esas entradas que nunca me hubiera gustado publicar, pero me sale hacerlo, porque algo te empuja a volcar sobre un teclado el torbellino de sensaciones que lo recientemente acaecido, ha hecho que tenga mi cabeza dando vueltas.

Hace poco que he visto a Caronte embarcar un nuevo pasajero camino del Hades, esta vez ha sido uno de la cuadrilla. Es algo más que ver en un geriátrico vidas que poco a poco se marchitan camino del crepúsculo de su existencia, te toca en directo, a alguien de tu generación, y eso pesa más de lo normal.

Hablamos de una persona que lo tenía todo en la vida a los 40. ¿La causa? Un cáncer que se lo ha tragado a pasos agigantados, hablamos de una persona en el cénit de su existencia, un tipo estupendo, de los que abres el manual del perfecto vasco y sale su cara encabezando el índice, al que nunca le faltaba una sonrisa en su cara, ora de complicidad, ora de picardía, provisto de un humor socarrón como solamente los vascos solemos ejecutar y entender, casado con una mujer estupenda a la cual sólo la eclipsa el hijo que tiene, todo ello rematado con la rueda de la diosa fortuna parada a la puerta de su empresa.

Nueve putos meses han bastado para que todo eso salte por los aires. Le ví estas pasadas navidades por última vez y aunque ya desde la cuadrilla me habían comentado acerca de su tremendo deterioro físico, me quedé paralizado cuando vi los estragos que el tumor y la quimioterapia habían hecho en su cuerpo en forma de delgadez, pero sobre todo, cuando vi su rostro, al cual parecía que había envejecido 20 años de un plumazo.

No es la primera muerte que veo a mi alrededor, pero desde luego que es desde luego la más inesperada de ellas, es de las que te hace reflexionar acerca de donde está el equillibrio entre disfrutar de la vida, de los tuyos y de todo lo que te rodea, mientras ponemos en el otro lado de la balanza el hecho de estar solo a miles de kilómetros de tu hogar abriéndote paso con mis cojones por bandera, cuando sólo la voluntad de hierro por buscar un futuro mejor para los tuyos, te mantiene en pie en medio de la tempestad. 


Xabier, IN MEMORIAM.

domingo, 22 de mayo de 2016

Brexit or not Brexit? That is the question.



Este pasado miércoles, tuve una charla en el curro con dos de mis compañeros de trabajo, a cuenta del asunto de la posible salida del Reino Unido de la Unión Europea, ambos británicos por supuesto, pero uno a favor de la salida y el otro a favor de la permanencia.

Fue una conversación interesante, sin acaloramientos ni exabruptos típicos de otras latitudes, todo llevado con mucha flema británica, y claro, también les interesaba oírme como españolito mi opinión al respecto. Entre ellos, los argumentos a favor y en contra de la salida se centraron sobre todo en los aspectos económicos, ya que según el partidario de la salida, el Reino Unido aporta demasiado dinero a la Unión Europea, además de considerar que la Unión Europea intervenía excesivamente en las cosas británicas. Sin embargo, el partidario de seguir dentro contraargumentaba que fuera del mercado común, las empresas británicas lo tendrían más difícil para exportar y eso no sería bueno para el empleo.

Yo les comenté que Reino Unido es el puente natural que tienen la Commonwealth y los Estados Unidos con la Unión Europea, y que la permanencia británica en la Unión Europea os da un peso político a escala global enorme. Fuera de la Unión Europea, ese puente desaparece y con él, una parte bastante importante de vuestra influencia en el mundo… A lo cual ambos se quedaron pensativos por unos instantes, el partidario de la salida comentó que podrían reforzar sus lazos con Asia o con Estados Unidos, y el partidario de quedarse, decía que en solitario todo sería más complicado.

Y yo que soy un redomado tocapelotas, saqué a colación el tema de Escocia y la posibilidad de que ellos pidan un segundo referéndum de salida del Reino Unido, que podrían usar exactamente los mismos argumentos para largarse, con el plus de que ellos son mucho más europeístas y que quieren seguir formando parte de la Unión Europea. Y quién sabe si eso no prendería la mecha también en Gales. Aquí si que el silencio duró un poco más, ya que la perspectiva de que el Reino Unido como tal desaparezca, era algo serio, yo les comenté que es vuestro país, y sois vosotros los que decidís, pero del mismo modo que sois libres para decidir, luego hay que asumir las consecuencias al respecto.

Lo que si me gustó de la conversación es que en ningún momento, salieron a relucir tópicos de corte chovinista o los estereotipos acerca de los “Del continente”. Otra cosa es que no los pensaran  pero que, por corrección política, no los soltaran.

domingo, 15 de mayo de 2016

Triunfos en una guerra sin fin (1)

"Mr. Urrutia, suba a mi despacho"

No llevaba este pasado lunes ni 1 hora en el trabajo, cuando el director de fabricación pronuncia esas palabras después de darme los buenos días, con esa cortesía tan británica suya que parece que le han amamantado desde bebé con ella.

No me dió tiempo ni a responderle con mi habitual "Buenos días, Mr. Chadwick".

Si eres español, entenderás perfectamente lo que eso puede significar cuando eso mismo, te lo dicen en España, pero aunque estoy en Gran Bretaña, no pude dejar de sentir un escalofrío recorriéndome la espalda, mientras subía las escaleras que dan al piso donde están las oficinas y me vor poniendo en zafarrancho de combate.

Nada más entrar en su despacho, y tras invitarme a tomar asiento, me comenta que tenemos que tratar un asunto de importancia, y es cuando el escalofrío cede su protagonismo al semipánico...

- Mr. Urrutia, ¿Que le parece a usted el trabajo de la compañía?

- Me parece un buen trabajo, -Contesto prudencialmente y disimulando mis nervios-

- ¿Está usted contento con su desempeño aquí?

- Hasta la fecha si, desde luego que lo estoy.

- Me alegro por ello, porque estamos muy contentos con su trabajo aquí, y quisiéramos poder contar con usted de forma permanente como miembro de la empresa, ¿Que le parece la idea?

- Me parece bien, por mi parte no hay ningún problema.

(Ni que decir tiene que pase en un segundo de estar en DEFCON 1 a un subidón de endorfinas del copón).

- Perfecto, aquí tiene dos copias del contrato, como puede ver, hay además incluida una subida de sueldo, y si sigue desempeñando su trabajo como hasta ahora de bien, en un futuro no muy lejano podríamos hablar de una subida adicional.

- Magnífico -Es lo que atiné a decir a duras penas-

- No hace falta que las firme ahora misno, lléveselas a casa, léaselas con calma y mañana me entrega una de las copias firmada.

Tras el consabido agradecimiento por mi parte y el subsiguiente apretón de manos antes se salir, yo creo que más que bajar las escaleras camino de mi mesa, fui levitando sobre ellas como una quinceañera a la que la besa el chico mas guapo del insti.

Un lunes para enmarcar.

Es lo que tiene la vida, que nunca regala nada, aunque a veces no lo parezca o simplemente lo queramos ignorar, cual barrendero que mete el polvo debajo de la alfombra a la espera de que este desaparezca por intervención divina o por generación espontánea.

Pero hoy toca recoger los frutos que ha dado lo sembrado, es una pequeña victoria, un caramelo que el destino pone en tu boca y que pienso saborear con delectación, y por supuesto, haceros a todos partícipes de algo que como emigrante he conseguido fuera de mi país sin enchufes, padrinos ni mangoneos (Igualito que en Españistán...).

Porque no hay victoria más dulce, que aquella que es producto al 100% de tu propio esfuerzo y tesón.



domingo, 8 de mayo de 2016

A cañonazos.



Está claro que no todo en la vida va a ser duro trabajo y abnegado sacrificio, también hay momentos de solaz con los cuales animar nuestra vida en Gran Bretaña.

Aprovechando que hemos tenido este pasado lunes festivo (Bank Holiday), la ocasión la pintan calva para hacer una escapadita de un día con el coche y recorrer cualquiera de los bonitos rincones que Gran Bretaña atesora, si a eso le sumamos la tregua que por el momento nos dió la climatología, en forma de buen tiempo, pues ya nos quedamos sin excusas para quedarnos apalancados en el sofá de casa.

Así que Mr. Q y el aquí tecleante nos pusimos manos a la obra acerca de cuando, donde y como aposentar nuestros reales, después de una reunión de urgencia convocada en el Wetherspoon y tras la ingesta de tres pintas de líquido elemento por barba. Nos decantamos por visitar el museo de tanques de Bovington, al cual ya le habíamos echado a pachas una avaricioso vistazo a través de internet.

El museo de tanques de Bovington está situado en el condado de Dorset, esto es, al sur de Inglaterra, y está considerado como uno de los museos de referencia a nivel mundial al respecto, junto con otros como el Patton en Estados Unidos, Münster en Alemania, o Kubinka en Rusia.

En el pueden verse desde los primeros modelos de tanques de la I Guerra Mundial, hasta los más modernos Challenger británicos, pasando por modelos míticos como el Tiger I alemán o el T-34 soviético, ambos de la II Guerra Mundial, todos ellos retaurados con un primor que a mí no me dejó de causar asombro. Un sitio ideal si tienes niños pequeños para hacer una excursión de un día, y he de confesaros que tanto Mr. Q como yo, a pesar de lucir incipiente tripón cervecero y peinar alguna que otra cana, disfrutamos también como niños.

Pero mucho mejor que toda la palabería que pueda teclear, escolgar algunas de las fotos que tomé a diestro y siniestro en el lugar.


Aunque los primeros tanques los creaorn los británicos para romper la guerra de trincheras, este fué uno de los tanques alemanes pioneros durante la I Guerra Mundial, desafortunadamente, es una réplica, ya que ninguno sobrevivió a la contienda.


 Hasta un Rolls Royce... Puestos a ir la la guerra, que no sea por falta de glamour...



Un Mark III Británico, el conductor iba sentado delante del motor, no quiero imaginar la sordera con la que tenían que terminar los tripulantes del tanque con semeante bestialidad de motor literalmente pegado a ellos, por no hablar del calor infernal...


El legendario Panzer VII Tiger de la II Guerra Mundial, una auténtica bestia de 70 Tm con el cañón Flak de 88mm... Era capaz de acertar a un Sherman Norteamericano o un T-34 frontalmente desde unos 2000 metros y reventarlo. No había nada igual entre los aliados.


Pruebas de tiro en una plancha blindada, impresiona verlo al natual...



Interior de un tanque británico cortado por la mitad longitudinalmente, está claro que no es un entorno apto para claustrofóbicos, ya que van literalmente empotrados dentro de la maquinaria, si a eso le unes estar encerrado 12 horas dentro, pasando un frío del demonio o abrasado de calor en medio del desierto...


El celebérrimo T-34 Soviético de la II Guerra Mundial, con su cañón de 85mm y blindaje inclinado, los propios alemanes no dudaron en considerarlo el mejor tanque de la II Guerra Mundial. Por su logrado equilibrio entre potencia de fuego, movilidad y blindaje.


Mi preferido es el Panzer VI Tiger, en su momento, 56 toneladas de puro terror en acción, sólo hay conservados 5 en todo el mundo, y este es el único que está completamente operativo... vamos, que anda perfectamente y el cañón de 88mm dispara sin problemas.


Y como colofón, he aquí un hangar con casi 100 vehículos acorazados a la espera de restauración.

Espero que os haya gustado.








domingo, 1 de mayo de 2016

¿Estudias o trabajas? (1)

Pues si señores, en esas cuitas estoy inmerso.

Si hay algo de lo cual te tienes que mentalizar si o si, es que si quieres prosperar laboralmente en UK, el primer peldaño es el dominio de la lengua de Shakespeare…

…Pero el segundo peldaño lo es obtener cualificaciones británicas, porque a esta gente ya les puedes enseñar tus títulos españoles divinos de la muerte, que simplemente se van a encoger de hombros cuando los vean, claro está que si eres un supergurú profesional de los de Ahivalaostiapuespatxi, la cosa cambia y no poco, pero como el de este simple aporreador de teclas no es el caso, pues toca calzarse los crampones, agarrar bien firme el piolet y con los cojones por bandera empezar el proceloso ascenso de la pirámide laboral británica.




Si antes había ya agotado los calificativos (Oscilando entre la admiración y la envidia por mi arrojo, y la compasión por lanzarme a la aventura) que mis amistades y familiares me han dedicado desde mi llegada al Reino Unido, ahora simplemente tendrán que inventarse nuevos términos para definir una caso como el mío.

Porque damas y caballeros, lo he hecho, me estoy sacando las cualificaciones profesionales para trabajar como skilled worker en mi especialidad técnica. Y por supuesto que antes de pasar por las aulas, me toca cumplir en el trabajo a jornada completa como los buenos con mi manager. Os aseguro que no es precisamente fácil seguir a un fulano durante tres horas dando la clase, cuya vocalización de la lengua se parece a la del presentador de las noticias de la BBC como un huevo a una castaña.

Pero no soy de los que se arruga ante los desafíos, avisados quedáis.