domingo, 27 de noviembre de 2016

Me cago en tus muelas (1).



Pues si señores, que a los de Santurtzi también nos toca ir al dentista.

Pero claro, una cosa es brear con mi dentista de toda la vida que se conoce mi boca mejor que yo mi propia casa y otra bien distinta es tener que lidiar con un elemento de los que por aquí pululan… y es que aquí lo de los dentistas es telita marinera. Ya me refirieron historias para no dormir relativas a los dentistas británicos, pero claro, nada como experimentarlo en tus propias carnes pasa saber de qué cojones va el asunto.

Aquí los dentistas, al igual que en España, suelen ser privados, pero lo que pasa es que algunas clínicas dentales tienen suscritos convenios con el NHS (Sistema Nacional de Salud) por el cual parte del coste del tratamiento que te tengan que aplicar, lo cubre el NHS, correspondiéndote a ti el abono del resto, obviamente estamos hablando de asuntos básicos, tales como revisiones, empastes y matar nervios, en cosas más serias tales como ponerte una funda el precio se dispara de forma más que considerable.

La opción B son los dentistas privados, pero claro… prepara la cartera maifren, porque por un empaste y una desvitalización de nervio la factura que te pueden meter es de unos 1000€ :-O Y eso tirando por lo bajo, si a eso le sumas ponerte una funda del mismo color que el diente y no una de esas plateadas que se ponen negras como el carbón… marchando otros 1000€ de nada. Lo cual sirve de razonable explicación al porqué ves en este país tanta gente que no llega a los 30 años y que tienen la boca destrozada… y cuando digo destrozada me refiero a los dientes desfigurados y negros como el carbón… y por supuesto me refiero a los que les quedan aún.

Total, que a Antxon se le cayó un empaste de una muela que me hicieron en España tiempo atrás, y claro, lo que en principio iba a suponer una cosa tan simple como poner un empaste nuevo, cosa que en su momento se hizo sin más complicaciones, noto que unos días después se empieza a complicar ya que empiezo a tener unos dolores que antes no tenía cuando masticaba algo. No estamos hablando de un dolor de estos que ves las estrellas, pero claro, molesta y no poco.

Dicho en corto, que el nervio ahora está afectado, y claro, la pregunta del millón… ¿Qué cojones me ha hecho en la muela, este so *******? Pues nada, segunda cita, dos semanas después, con el susodicho elemento a ver qué cojones hacemos ahora.

Pues bueno, el fulano me argumenta que se trata de una caries profunda y que está ubicada en una de las muelas posteriores, con lo cual es muy difícil de tapar con éxito (A lo cual pienso yo que aaaaah, claro, y por eso el anterior empaste me ha durado unos 6 años y no he notado nada de nada, Pffff).

Yo le comento que porqué no cojones le das matarile al nervio y nos olvidamos de monsergas, a lo cual el fulano me dice que eso me va a salir más caro, a lo cual yo le replico que no estoy hablando de dinero, que lo que yo no quiero es tener que volver de nuevo en el futuro porque la muela me está dando guerra otra vez. Total, que al final me retira el empaste que me puso por primera vez y me lo vuelve a hacer de nuevo, esta vez se supone que mejor, que ya la muela me tendría que dejar de doler…

Pues como se dice vulgarmente, vamos de Guatemala a Guatepeor… así que, tercera visita (A todo esto, Antxon ya caliente como una mona)…

Continuará la próxima semana.

domingo, 20 de noviembre de 2016

Triunfos en una guerra sin fin (2)



"Mr. Urrutia, suba a mi despacho"…

Así es como empecé una ENTRADA que publiqué en Mayo, en la cual relato cómo pase de ser de eventual a permanente en plantilla, en la que dejé constancia de lo que había sido la sucesión de sensaciones que me tocó vivir de forme totalmente novedosa para mí.

Pues ahora toca la segunda parte…

Que casualmente, empieza con las mismas palabras por parte del Mr. Chadwick. Pero en esta ocasión, la sensación de semipánico que tuve la vez anterior no se repitió con la misma intensidad, pero si queda siempre esa punzada de incertidumbre respecto a lo que va a pasar.

Que estamos de trabajo en la empresa hasta el pescuezo eso ya lo he mencionado con anterioridad, y que al aquí tecleante le ha tocado meter más horas que el mecánico de Mazinger Z durante estos pasados tres meses, pues también. Pero claro, eso a diferencia de Españistán, no ha pasado desapercibido por parte de la dirección y por ello, han decidido subirme el sueldo como premio a mi trabajo.

La prueba de cargo...




Ni que decir tiene que me quedé totalmente desencajado, por momentos pensé que era una de esas bromas con cámara oculta que luego se suben a Llutuve, el director se ha deshecho en elogios acerca de mi desempeño en la compañía, a lo cual yo le he comentado que en España JAMAS me han subido el sueldo en más de 20 años, que eso allí es impensable.

Es la segunda vez que me suben el sueldo en la empresa, y lo mas importante, es que yo no he solicitado ninguno de los dos aumentos de sueldo, ni ellos estaban obligados a hacerlo.

Y claro, luego las empresas españolas se quejan de que los trabajadores no responden, que no son competitivos, que no se implican… ¡¡¡Amos, no jodas!!! A un español si lo tratas y lo pagas como a un nigeriano, nunca trabajará como un alemán. Aquí ves en cambio que te pagan hasta los minutos de más de trabajas al final de mes, y que cuando haces bien tu trabajo, viene el jefe a felicitarte… en fin, que el contraste para alguien que viene de un mercado laboral como el español, que sabe lo que hay y las formas que se emplean, resulta enorme.

Y no se por que me da, que esta no será al última buena nueva por parte de mi jefe.

Seguiremos informando.


domingo, 13 de noviembre de 2016

Pieles Rojas



No creo que esté contando ninguna primicia si os cuento que para gran parte de los británicos, España es sol, sangría y playa. Más de uno se ha sorprendido cuando le he dicho que también tenemos litoral con el Océano Atlántico, y del mismo modo no es la primera vez que se sorprenden al verme, ya que no tengo el típico tono de piel aceitunado que tan frecuente es de encontrar en el mediterráneo.

Tampoco es que sea el típico rubio escandinavo de piel lechosa y ojos grises, pero hace poco ha entrado uno nuevo en la empresa. No he tardado ni un minuto en percatarme de su inglés con acento polaco, pero cuando yo le he preguntado de donde soy yo, lo primero que me ha dicho es si era de…

¿¿Eslovaquia??  Frío, frío…

¿¿Rusia?? 0_0 Frío, frío…

¿¿Hungría?? 00_00 Frío, frío…

¿¿Italia?? Templado, templado…

Pues no maifrén, soy español… Really??? (Cara de asombro/incredulidad/perplejidad) Si señor, from Spain.

Me dijo que para nada me había supuesto que era español, que mis rasgos no encajaban en absoluto con los españoles que había conocido, que ni siquiera mi acento le había dado ninguna pista. Pero claro, tengo que reconocer que ya no sólo los rasgos, reconozco que al hablar en inglés tengo un acento raro de cojones, pienso yo que será quizás por haber contado con lecturers irlandeses y norteamericanos, y la mayoría del material audiovisual con el que me he manejado ha sido principalmente, inglés norteamericano, de hecho muchas veces entiendo mejor el acento Yankee que el acento British, y suelo meter muchas expresiones del otro lado del atlántico. Si a todo eso le unimos un ocasional Ahivalaostiapuespatxi, pues el mejunje resultante puede oscilar entre lo cómico y lo friki.

También en el trabajo soy el único español de la plantilla, que junto a un ruski y al polaco que acaba de entrar, somos los únicos extranjeros en una plantilla de unas 40 personas, venimos a ser como la nota exótica estando como estamos rodeados de británicos.

Por cierto, que casi se me olvida…

He puesto como título del post lo de pieles rojas… y es que esta pasada primavera a principios de Mayo, aprovechando el Bank Holiday, estuve de visita turística por la campiña inglesa, dado que el sol en estas tierras no suele achuchar con excesiva fuerza, pues a este tecleante se le ocurrió recorrer la ciudad en un autobús turístico de esos de dos pisos que llevan el superior descubierto… y por supuesto sin darme crema protectora, (Para qué si soy de Bilbao Ahivalahostiapatxi).

MEEEEEEEEEEECC… ERROR!!!

No tardé ni 4 horas en acabar más rojo que la bandera soviética, cuando al llegar a casa me miré en el espejo, no me lo podía creer. Aunque lo mejor de todo llegó el lunes cuando me vieron mis compañeros del trabajo, muchos me preguntaban con sorna cómo me ponía yo en España entonces, si marrón o directamente, negro total. Y es que tengo que reconocer que hacía tiempo que no me quemaba de semejante manera. De hecho, también lo fliparon en España cuando me vieron por Skype…

Por cierto.

Estamos a mediados de Noviembre y está haciendo unos días de sol que hasta cuesta creerlos para la gente de aquí, eso sí, pero a unos -2ºC mañaneros que actúan de contundente despertador cuando vas camino del currele.

Pero bueno, siempre mejor es eso que no caminar debajo del diluvio universal y llegar a destino que parece que te has duchado con la ropa puesta.


Así que, mientras haya sol, toca disfrutarlo.



domingo, 6 de noviembre de 2016

Have a cup of tea?



Reino Unido es el país del té… pardiez que si lo es, sólo faltan que se lo inyecten por vía intravenosa, té a la hora de desayunar, té a media mañana, te en el lunch break, te a media tarde… Y así hasta la última taza de té que te tomas antes de planchar la oreja. Mi primera taza de té en este país me la tome con mi casera en el salón de su casa, y el té que me sirvió estaba a sólo una décimas de su punto de ebullición, detalle que sólo pude comprobar después de darle un pequeño sorbo y abrasarme la lengua y los morros, mientras ella se lo bebía como si nada, yo por más que dejé eso reposar y después de soplarlo en repetidas ocasiones, tuve que desistir.

Es cuando pensé que “Esta mujer tiene las entrañas de acero”.

Antes de poner un solo pie en Reino Unido, yo ya era en Santurtzi aficionado a la taza (Más bien tazón) de té mañanero para desayunar, y recuerdo como en el break de media mañana era el único que junto al pintxo de tortilla, se bebía la consabida taza de té, mientras que el restos de mis workmates s tomaban su cafetito, descafeinado, cortado, un carajillo donde no sabes si es un café con un chorro de orujo o un orujo con un chorro de café, o ya puestos, un sol y sombra para poder seguir tirando la mañana a los mandos de la maquinaria.

Resumiendo, que antes de poner un pié en Reino Unido, ya venía britanizado respecto al té, aunque sólo fuera el típico te negro en bolsitas que te encuentras en los supermercados, y gracias.

Dada la tradición que tienen aquí con el té, es mucho más fácil encontrar tiendas donde poder adquirir tés de muchos rincones del mundo, aparte de encontrarte tés que están aromatizados con las más variopintas especies y sabores, que la verdad, ha sido todo un descubrimiento y un deleite para mí. Entre los tés que he llegado a probar, puedo por citar algunos ejemplos, tés con canela, con jazmín, con pétalos de rosa (Es tan cursi como delicioso), té rojo, english breakfast, earl grey, te blanco, rooibos, pu erh… La variedad y posibilidades son enormes, cosa que allí en España es bastante más limitado, y desde luego, que de encontrarlos, suelen ser aparte de difícil, tremendamente caros. De hecho, cuando viene mis amistades a casa de visita, siempre suelo ofrecerles antes te que café,  que ellos aceptan no sé ya más si por real gusto o por compromiso, ya que soy el único del grupo que suele beber té.

Ni que decir tiene que en mi próxima incursión a España estas navidades, me voy a llevar unas cuantas bolsas de té (Y una Keetle, of course) para no ir perdiendo la costumbre. De hecho, quienes me conocen saben bien que no se decir que no a una humeante taza de té cuando me invitan a su casa.

Y tu mi querido lector, ¿Qué relación de amor/indiferencia/odio tienes con el té?