jueves, 27 de abril de 2017

Hitz egin Euskaraz nirekin



Debo confesar que tengo una habilidad innata para entrar como un elefante en una cacharrería.

Todo esto viene a cuento de que Antxon se ha metido a estudiar Euskera… porque claro, una cosa es el nivel de Euskera con el cual vengo de serie, que no es malo por cierto, pero tampoco soy precisamente ningún erudito en la materia, y otra cosa es el nivel de euskera que se exige en un puesto de trabajo como el que desempeño en la actualidad.

No es que tenga que empezar de cero, gracias a dios, pero no estamos hablando de catalán, gallego o portugués, estamos hablando de un idioma que NO tiene ningún parentesco con ninguna lengua de las que actualmente se hablan en Europa, con una gramática singular y un vocabulario que se parece al latín como un huevo a una castaña... Y para muestra, ahí va un botón.


¿Os parece poco? Pues vamos a añadirle emoción al asunto…

Ponte a estudiarlo a un tiro de piedra de los 50 años, mientras trabajas a jornada completa y tienes que cumplir con tu parte alícuota de tareas domésticas entre las cuales, se incluye lidiar con una incipiente adolescente cuyas hormonas de aquí a bien poco van a estar en plena ebullición (Tiembla Antxon…) donde abrir los libros después de ocho horas de currele implica tener una fuerza de voluntad hercúlea y la fatiga y el cansancio te invitan a tumbarte plácidamente en el sofá con el mando a distancia en una mano y una lata de cerveza en la otra.

Sacar energías, tiempo y sobre todo fuerza de voluntad para abrir los libros, es el milagro cotidiano en el cual me veo embarcado, y por supuesto no olvidemos que el aprendizaje de un idioma es lo más parecido que existe a un maratón para tu cabeza, pues exige por encima de todo una constancia a prueba de bombas. Pero como me recuerda mi queridísima esposa cada vez que escucha mis quejidos, si has sido capaz de aprender inglés a los cuarenta y pico, te veo perfectamente capaz de lograrlo con el Euskera.

A lo mejor va a tener razón esta vez (Como siempre…).

Fortuna audaces iuvat (Eso espero).