Hace un año casi
que regresé de Reino Unido, y si algo que he notado, es que mi nivel
de inglés se ha ido deteriorando a pasos agigantados con la ausencia
de práctica por un lado, y con el hecho de no estar bombardeado de
gente hablándolo a mi alrededor 24/7.
De hecho, tenía
bien claro que cuanto antes me presentara en la Escuela Oficial de
Idiomas en Bilbao, más fácil sería para mí tener un diploma
oficial que acreditara de iure algo que tenía ya en mi haber de
facto… porque el tiempo indudablemente corría en mi contra dadas
la circunstancias, y eso si lo dejaba pasar mucho tiempo, pues al
final acabaría con mi habilidad hablando la lengua de Shakespeare al
nivel del “Inglés Medio” de Secundaria. Cosa que logré sin que
siquiera se me pasara por la cabeza prepararme lo más mínimo el
examen, a pesar de lo cual lo conseguí aprobar…
No obstante, a pesar
de lo que diga un papel, he procurado en la medida de lo posible
mantener en las mejores condiciones de uso mi nivel de inglés, y
nada como tener a la niña de mis ojos de conejillo de indias
socia cooperadora para tal menester, puesto que el padre que lo
parió ya se ha encargado de sitiarla hasta donde me es posible
con el inglés desde la cuna, ya sea con los dibujos animados, o los
documentales de YouTube, pasando por los videos de gatitos, y por
supuesto hablarla en inglés alrededor del 90% (Tirando a la baja)
del tiempo que estamos juntos.
Pero bueno, ya está
bien de perifollos, y vayamos al grano.
Y es que hace unos
pocos días, cuando pasé a recogerla al colegio, estaba andando a
nuestro lado un hombre que a juzgar por su tez blanquecina, cabellos
rubio platino y ojos gris acero, saltaba a la vista que procedía de
tierras más septentrionales. Dos segundos, una mirada fugaz y cada
cual a lo suyo, pues la niña de mis ojos tenía una cabreo del
quince porque el chico que a ella le gusta (O mejor dicho, le
gustaba) es ahora el novio de la chica a la que más detesta de todo
el colegio, con lo cual pues dice que no quiere saber nada de chicos
nunca más…. Y yo por supuesto manteniendo la compostura a duras
penas evitando el estallar en carcajadas mientras la trataba de
explicar (Obviamente en inglés) que no diera importancia a eso, que
en la vida te iba a sobrar tiempo de conocer chicos estupendos, que
esas cosa pasan, que a los chicos nos dan muchas calabazas
(Imaginaros en Euskadi), etc…
Hasta que de repente, el rubio con el cual caminamos codo con codo me
dice que está sorprendido de que le hable a mi hija en inglés y que
además lo haga muy bien. Os podéis imaginar mi cara de sorpresa
tras oír semejante comentario, le dije que era porque estuve
viviendo en Reino Unido dos años y es entonces tras preguntarle de
donde era, es cuando él me dijo que era norteamericano, de Chicago.
Y ahí quedó todo,
no llegó a veinte segundos de conversación, pero fueros suficientes
para que llegase a casa más subido que un pavo real.
Me alegro un montón: está bien eso de inculcar bien los idiomas a la progenie desde pequeñitos (no cuesta nada y es algo que se llevan en la mochila que, años más tarde, podrán utilizar en su provecho).
ResponderEliminarEs como una aventura gráfica de los años 90: te ponían un cepillo de dientes y lo cogías "por si aca" (luego, efectivamente, al final podías abrir la cripta del tesoro con el cepillo de dientes, pero eso no lo averiguabas hasta el final).
Buen post: me alegro de tu pequeño ego-boost :-)
Buenas noches.
EliminarGracias por pasarte y comentar.
Para mi es un cruzada particular, (Más de una vez me han mirado raro al ir por la calle largando en inglés, pero me la suda) y como a cabezón no me gana nadie, pues no me pienso detener ante nada con tal de que la niña de mis ojos acabe hablando un inglés perfecto antes de pisar la Universidad.
Antxon.
Si hablar de amores con los churumbeles es jodido, en lengua forastera ya no quiero ni pensarlo, así que felicidades
ResponderEliminarBuenas noches,
EliminarGracias por pasarte y comentar.
Y cada vez las preguntas son más complicadillas de contestar, y claro... a mi me toca sudar sangre, aunque soy consciente de que le doy patadas al inglés sin misericordia ni alevosía por mi parte.
Antxon.
Buah... Vaya moral! jaja Pero, oye, al menos sigues practicando, asi que bien hecho!
ResponderEliminarBuenas noches.
EliminarGracias por comentar.
Intento retener lo más posible... lo cual no es fácil, pero me parecería muy triste perderlo.
Antxon.