domingo, 19 de marzo de 2017

De niña a mujer...


Este viernes después de salir de clase, han bastado unos diez segundos para que me crezca una cana más, y algo dentro de mi cabeza haga click, y me recuerde que las arenas del tiempo nunca se detienen…

- Aitaaa.
- Dime mi tesoro.
- Tengo que decirte algo.
- ¿Qué quiere la niña de mis ojos?
- Quero saber que es lo que mas les gusta a los chicos.
- ¿¿Y eso a qué viene??
- Es que hay un chico en la escuela que me gusta mucho, pero no ma hace caso.
- ¿En serio? (Decir que lo estaba flipando era poco).
- ¿Que puedo hacer para que se fije en mi?
- Pueeess…. Ejem…. Estoooo…. (¡¡¡Socorroooooooo!!!)
- Hmmmm......
- .......

Algunas cosas no cambian a pesar del tiempo transcurrido, será que me siento que me hago viejo, aunque tal vez sea el hecho de ver como una niña va paulatinamente dejando paso a su condición de mujer, algo a lo cual los padres por mucho que queramos aceptarlo, nos va a tocar una veces disfrutar, y otras veces sufrir.

Parece que fue ayer cuando cambiaba los pañales de aquella rubita de culete sonrosado, hasta que un día ves cómo ya empieza a estar en conciliábulos con su madre para irse de tiendas, mientras se pinta las uñas de las manos y los pies. Cuando me quiera dar cuenta, se maquillará y llevará un vestido de tirantes luciendo escote, subida a unos tacones cuando salga de fiesta con las amigas, permanecerás despierto hasta las tantas los fines de semana a la espera de su entrada en casa y la someteré al interrogatorio de rigor acerca de qué es lo que ha hecho y con quién ha estado, mientras afino el oído y el olfato para detectar la voz algo pastosa que funciona mucho mejor que los alcoholímetros de la Guardia Civil.

Peleas crudas las tendré cuando empiece a renquear en los estudios, cuando salga vestida “De esa manera” y “Pintada como una puerta”, o al igual que yo hacía, ponga a todo volumen “Ese ruido”, amén de cuando me traiga a casa a su primer chico, al cual como padre y hombre que soy al fin y al cabo, no podré evitar hacerle un marcaje implacable, mientras con una torva mirada le hago saber que como se pase de listo, le corto las orejas. Pero la niña de mis ojos me tiene bien tomada la medida, y sabe que con uno de sus abrazos bien regado de besos mientas me dice lo mucho que me quiere, va a conseguir que toda mi pétrea fortaleza de padre se desplome como un castillo de naipes a un soplo, la muy jodida… Y en el peor de los casos, siempre va a tener en el futuro (Al igual que ahora, pardiez) a la autora de sus días de su parte incondicionalmente cada vez que haya que hacerme torcer el brazo, de la cual es fideligna copia de hipnótica belleza y parejo temperamento, quedándome yo solo en el otro lado de la trinchera condenado a empezar una y otra vez una guerra que se de antemano que tengo perdida.

Y la amaré y la odiaré a partes iguales, me hará reír con la chispa de su ingenio, me sentiré feliz con sus logros y la tristeza me invadirá cuando la rompan el corazón, viviré días de angustia abrazado al teléfono el día que se vaya con las amigas de fin de semana primero, y con el novio después. Observaré con expectación sus primeros pasos por la vida sin la muleta paternal, y la miraré con orgullo regio cuando se sienta feliz de sus logros… En los cuales habrá una pequeña parte de mí presente.

Mientras yo me miro al espejo y veo como el ejército del general Michelín va paulatinamente conquistando lo que otrora fuera una estupenda tableta de chocolate, o notas cómo las energías y la flexibilidad de antaño transmutan a torpeza y lentitud de hogaño...

Es lo que tiene ver correr delante de ti las arenas del tiempo, sic transit.

Que tengáis felices sueños.

6 comentarios:

  1. Vaya declaración de amor paternal.....

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    1. Buenas noches,

      Las hijas sois de los padres... eso lo he oído toda la vida.

      Antxon.

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  2. Así, en quinta: lo importante es aceptarlo, que todo aquello que fuiste, un día, aparece en el camino de la progenie...

    Los tíos, con las niñas, somos quizás más protectores (sabemos de qué estamos hablando), así que, lo único que te queda, es preparla para empezar a lidiar con el periodo de la adolescencia, cuando nos convertimos en un trozo de carne hormonada que dejaría a las vacas de Wyoming en pañales...

    Por lo demás: es ley de vida... Intentar aprender de los errores que tus padres cometieron y, sobre todo, aceptar que también los cometerás tú, por exceso o por defecto.

    Ya nos cuentas :-))

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    1. Buenas noches,

      Gracias por comentar. Pero creo que por mucho que nos queramos mentalizar, nunca vamos a estar preparados para lidiar semejante toro.

      Es ley de vida.

      Antxon

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  3. Ohh qué bonito. Estoy seguro que no será para tanto, que te saldrá formal y cuidadosa, ya que conozco un poco el tipo de educación que le estarás dando... o no. jaja.

    Uf, yo lo veo con mis sobrinas, ya mujercitas... si fuera padre me sacaba permiso de armas y me compraba una repetidora... just in case.

    Muy buen post, Antxon.

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  4. Buenos días,

    Gracias por comentar, pero aparte del permiso de armas, habrá que pillarse un kit casero de test anti drogas... que ves y oyes cada cosa que pone los pelos de punta.

    Antxon.

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