domingo, 13 de noviembre de 2016

Pieles Rojas



No creo que esté contando ninguna primicia si os cuento que para gran parte de los británicos, España es sol, sangría y playa. Más de uno se ha sorprendido cuando le he dicho que también tenemos litoral con el Océano Atlántico, y del mismo modo no es la primera vez que se sorprenden al verme, ya que no tengo el típico tono de piel aceitunado que tan frecuente es de encontrar en el mediterráneo.

Tampoco es que sea el típico rubio escandinavo de piel lechosa y ojos grises, pero hace poco ha entrado uno nuevo en la empresa. No he tardado ni un minuto en percatarme de su inglés con acento polaco, pero cuando yo le he preguntado de donde soy yo, lo primero que me ha dicho es si era de…

¿¿Eslovaquia??  Frío, frío…

¿¿Rusia?? 0_0 Frío, frío…

¿¿Hungría?? 00_00 Frío, frío…

¿¿Italia?? Templado, templado…

Pues no maifrén, soy español… Really??? (Cara de asombro/incredulidad/perplejidad) Si señor, from Spain.

Me dijo que para nada me había supuesto que era español, que mis rasgos no encajaban en absoluto con los españoles que había conocido, que ni siquiera mi acento le había dado ninguna pista. Pero claro, tengo que reconocer que ya no sólo los rasgos, reconozco que al hablar en inglés tengo un acento raro de cojones, pienso yo que será quizás por haber contado con lecturers irlandeses y norteamericanos, y la mayoría del material audiovisual con el que me he manejado ha sido principalmente, inglés norteamericano, de hecho muchas veces entiendo mejor el acento Yankee que el acento British, y suelo meter muchas expresiones del otro lado del atlántico. Si a todo eso le unimos un ocasional Ahivalaostiapuespatxi, pues el mejunje resultante puede oscilar entre lo cómico y lo friki.

También en el trabajo soy el único español de la plantilla, que junto a un ruski y al polaco que acaba de entrar, somos los únicos extranjeros en una plantilla de unas 40 personas, venimos a ser como la nota exótica estando como estamos rodeados de británicos.

Por cierto, que casi se me olvida…

He puesto como título del post lo de pieles rojas… y es que esta pasada primavera a principios de Mayo, aprovechando el Bank Holiday, estuve de visita turística por la campiña inglesa, dado que el sol en estas tierras no suele achuchar con excesiva fuerza, pues a este tecleante se le ocurrió recorrer la ciudad en un autobús turístico de esos de dos pisos que llevan el superior descubierto… y por supuesto sin darme crema protectora, (Para qué si soy de Bilbao Ahivalahostiapatxi).

MEEEEEEEEEEECC… ERROR!!!

No tardé ni 4 horas en acabar más rojo que la bandera soviética, cuando al llegar a casa me miré en el espejo, no me lo podía creer. Aunque lo mejor de todo llegó el lunes cuando me vieron mis compañeros del trabajo, muchos me preguntaban con sorna cómo me ponía yo en España entonces, si marrón o directamente, negro total. Y es que tengo que reconocer que hacía tiempo que no me quemaba de semejante manera. De hecho, también lo fliparon en España cuando me vieron por Skype…

Por cierto.

Estamos a mediados de Noviembre y está haciendo unos días de sol que hasta cuesta creerlos para la gente de aquí, eso sí, pero a unos -2ºC mañaneros que actúan de contundente despertador cuando vas camino del currele.

Pero bueno, siempre mejor es eso que no caminar debajo del diluvio universal y llegar a destino que parece que te has duchado con la ropa puesta.


Así que, mientras haya sol, toca disfrutarlo.



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