…estás, y no
dejas aire que respirar.
Así cantaban
los zaragozanos Héroes del Silencio allá por inicios de los 90. Sí ya lo sé,
que soy un nostálgico, pero pocas veces tres palabras como las que dan nombre a
la canción y título a esta entrada definen mejor el sitio donde me encuentro.
Hace poco
una bloguera asentada en Holanda publicó esta entrada un tanto interesante, de esas que tienen más fondo de
armario del que a primera vista puede parecer, y la verdad que estaba yo
también rumiando algo similar al respecto, y por fin me animo a hacerlo.
“Me voy a
Gran Bretaña por una buena temporada” No se me olvidará jamás la cara primero
de incredulidad y luego de asombro que se le quedó a mi círculo de amistades
cuando solté semejante bombazo allá por las navidades de 2014…. ¿Y qué vas a
hacer allí tú sólo? ¿Vas a dejar aquí a tu mujer y a la niña? ¡¡Estás como una
puta cabra!! Y más preguntas y comentarios que me lanzaron a quemarropa durante
la sobremesa de la comida de navidad. Quisieron pensar que todo era una broma
pesada, de esas que llevan el inconfundible sello de Antxon Urrutia, potenciada
por una cuantas jarras de sidra y rematadas con un patxarán casero que era como
combustible de cohetes. “Otra de tus Antxonadas” como me dijo el difunto Xabi,
pero luego, vieron que aquello no seguía el patrón regular de una Antxonada
más, todos se percataron de que por encima de mi pastosa voz y mi vidriosa
mirada, hablaba más en serio que nunca, que era algo que iba a suceder si o si,
que la rueda del destino empezaba de nuevo a girar y esta vez no me iba a
detener ante nada…
Voy camino
de los dos años aquí en Gran Bretaña (Tempus fugit), y no pocas veces he oído
chanzas de mis colegas y familiares acerca de la vidorra que aquí supuestamente
me doy, que si no tengo que aguantar a la mujer, que puedo hacer otra vez la
misma vida de soltero, que si puedo tontear con las inglesas sin que nadie sepa
nada, que estoy en el paraíso yo solo, que si puedo llegar mamado a casa como
cuando tenía 18 años, que soy un desaprensivo por dejar tiradas a mi mujer y a
la niña…
Y yo les
digo: Y UNA MIERDA!!!
Les digo que
esto no es un camino de rosas, que no soy un becario de Erasmus, que aquí por
mucha flexibilidad que traigas de serie, más que un encuentro con otra cultura,
lo que te llevas es un buen encontronazo. Da igual que vayas con 20 años o con
40 fuera de tu país a buscarte la vida, se hace duro el entender a medias lo
que la gente dice a tu alrededor, cualquier cosa que quieras levar a cabo se
complica extraordinariamente por simple que sea, y eso con suerte, pues he
visto aquí gente que ha empezado sin tener ni repajolera idea de inglés, cosa
por la cual no sé si alabarles por su valor o bien demonizar su osadía.
Es
imprescindible tener una resistencia psicológica enorme, y una estabilidad
emocional a prueba de bombas, hay gente, especialmente los que proceden del
sur, que echan muchísimo de menos el sol en invierno, hay gente a la cual eso
la machaca anímicamente, por no hablar que todo aquí se mueve con otros códigos.
Por ejemplo,
me tocó la semana pasada ir al dentista, ya que una muela me empezó a dar
guerra. Algo que en España no implica ningún esfuerzo, aquí fue toda una odisea,
ya que toca explicarlo todo en inglés, ni que decir que previamente a ir a la
consulta estuve un buen rato mirando en Internet cómo funciona el mundo de los
dentistas en este país, aparte de buscar la equivalencia a términos tales como
caries, empaste, funda, o matar el nervio. Y por supuesto atender a sus
comentarios en inglés acerca de lo que te tiene que hacer, o de las diferentes
opciones que hay para solucionar lo tuyo (Por cierto, que ya tocaré el tema en
una entrada en toda regla). Toca tomar un decisión partiendo de sus comentarios
que no vas a entender al 100% sobre algo que está relacionado nada menos que
con tu salud.
¿A que mola?
Pues no, en absoluto.
Tú también soltaste el Bombazo en Nochebuena?? :-O
ResponderEliminar(Somos malooos). :-)
Buenas noches,
EliminarEn mi caso el bombazo fue durante la comida de fin de año con la cuadrilla, luego vino el siguiente bombazo pero con la familia.
Antxon.