Pero claro,
una cosa es brear con mi dentista de toda la vida que se conoce mi boca mejor
que yo mi propia casa y otra bien distinta es tener que lidiar con un elemento
de los que por aquí pululan… y es que aquí lo de los dentistas es telita
marinera. Ya me refirieron historias para no dormir relativas a los dentistas
británicos, pero claro, nada como experimentarlo en tus propias carnes pasa
saber de qué cojones va el asunto.
Aquí los
dentistas, al igual que en España, suelen ser privados, pero lo que pasa es que
algunas clínicas dentales tienen suscritos convenios con el NHS (Sistema
Nacional de Salud) por el cual parte del coste del tratamiento que te tengan
que aplicar, lo cubre el NHS, correspondiéndote a ti el abono del resto,
obviamente estamos hablando de asuntos básicos, tales como revisiones, empastes
y matar nervios, en cosas más serias tales como ponerte una funda el precio se
dispara de forma más que considerable.
La opción B
son los dentistas privados, pero claro… prepara la cartera maifren, porque por
un empaste y una desvitalización de nervio la factura que te pueden meter es de
unos 1000€ :-O Y eso tirando por lo bajo, si a eso le sumas ponerte una funda
del mismo color que el diente y no una de esas plateadas que se ponen negras
como el carbón… marchando otros 1000€ de nada. Lo cual sirve de razonable
explicación al porqué ves en este país tanta gente que no llega a los 30 años y
que tienen la boca destrozada… y cuando digo destrozada me refiero a los
dientes desfigurados y negros como el carbón… y por supuesto me refiero a los
que les quedan aún.
Total, que a
Antxon se le cayó un empaste de una muela que me hicieron en España tiempo
atrás, y claro, lo que en principio iba a suponer una cosa tan simple como
poner un empaste nuevo, cosa que en su momento se hizo sin más complicaciones, noto
que unos días después se empieza a complicar ya que empiezo a tener unos
dolores que antes no tenía cuando masticaba algo. No estamos hablando de un
dolor de estos que ves las estrellas, pero claro, molesta y no poco.
Dicho en
corto, que el nervio ahora está afectado, y claro, la pregunta del millón… ¿Qué
cojones me ha hecho en la muela, este so *******? Pues nada, segunda cita, dos
semanas después, con el susodicho elemento a ver qué cojones hacemos ahora.
Pues bueno,
el fulano me argumenta que se trata de una caries profunda y que está ubicada
en una de las muelas posteriores, con lo cual es muy difícil de tapar con éxito
(A lo cual pienso yo que aaaaah, claro, y por eso el anterior empaste me ha
durado unos 6 años y no he notado nada de nada, Pffff).
Yo le
comento que porqué no cojones le das matarile al nervio y nos olvidamos de
monsergas, a lo cual el fulano me dice que eso me va a salir más caro, a lo
cual yo le replico que no estoy hablando de dinero, que lo que yo no quiero es
tener que volver de nuevo en el futuro porque la muela me está dando guerra
otra vez. Total, que al final me retira el empaste que me puso por primera vez
y me lo vuelve a hacer de nuevo, esta vez se supone que mejor, que ya la muela
me tendría que dejar de doler…
Pues como se
dice vulgarmente, vamos de Guatemala a Guatepeor… así que, tercera visita (A
todo esto, Antxon ya caliente como una mona)…
Continuará
la próxima semana.
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